Después de tantos años, me animé a entrar al Parque Mirador Norte. Tenía una sensación de miedo y alegría...miedo porque estábamos prácticamente con el parque totalmente para nosotros (o sea...solos) y alegría porque me reía al ver mis perritos saltar, oler, correr, etc.
Conocimos en el parque a 2 niños de situación económica limitada y al hablar con ellos un momento...entendí por qué los parques están vacíos, los niños que viven cerca de esos parques tienen otras preocupaciones, parece que la necesidad los hace maduran antes de su tiempo y lo veo muy mal.
Le regalamos una botella de agua porque tenían mucha sed....se puede notar en la foto jajajaja ¿no?
Antes de irnos tomé esta foto de este bello paisaje, sigo diciendo que es una pena que no se visite tanto el parque mirador norte.
Bueno, esto es lo que les pude ofrecer para este fin de semana, besos!
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